NARRATIVA NICARaGüense y narrativa australiana
Mucha gente hace una cara de confusión al oír que existe una relación entre la narrativa nicaragüense y la australiana porque son países extremadamente distintos tanto geográficamente, como social, económica, política, y culturalmente. Nicaragua y Australia ambas fueron habitadas originalmente por indígenas o por lo que se conoce en Australia como aborígenes. Sin embargo, años después, ambas fueron colonizadas por países Europeos y así se creo una literatura distintiva en cada país. Por esta influencia Europea, los dos países desarrollaron un lenguaje distinto en el que se basó la literatura que se conoce hoy. Sin embargo, la literatura nicaragüense y la australiana, a pesar de ser en idiomas diferentes, comparten su origen indígena-europeo, y algunos temas tal y como la vida rural.
La rica herencia cultural que tienen tanto la literatura australiana como la nicaragüense se debe al origen y a las culturas primitivas de ambos países. La literatura de Nicaragua es rica y diversa en creatividad y herencia. Los escritores nicaragüenses han logrado crear tales pedazos brillantes de literatura, la cual se ha ganado la fama mundial. La narrativa del país latinoamericano surge con los cuentos que se desarrollaron en la época colonial como expresiones populares. Estos fueron transmitidos oralmente y fueron causa de la mentalidad mágica indígena y española. Similarmente, la narrativa australiana tuvo origen en los cuentos de los aborígenes australianos que se transmitían de forma oral. No fue hasta la primera inmigración de los británicos que la narrativa australiana hizo un giro hacia la narrativa escrita. Es por esto que la literatura australiana refleja una mezcla de varias culturas, influencias y viejas tradiciones. Es una combinación excelente de las tradiciones más antiguas y las nuevas tradiciones que han incorporado las culturas inmigrantes.
La narrativa nicaragüense y la australiana difieren en el desarrollo literario que ambas tuvieron y siguen desarrollando. Por un lado, la literatura nicaragüense desarrolló primero el cuento que la novela. Al principio de la vida literaria del país, se destacaron el cuento oral y las leyendas populares nicaragüenses, tal como El Tio Coyote y La Carreta Nagüa, respectivamente. Es hasta que nace Rubén Darío que la vida literaria del país latinoamericano comienza a dar un giro moderno. Por otro lado, la narrativa australiana no desarrolló ni el cuento ni la novela primero, sino la poesía. Henry Lawson, considerado el escritor más prominente del país sureño, se destacó en la poesía y la creación de las famosas baladas folklóricas que marcan la cultura australiana. A pesar de estas diferencias, ambas literaturas comparten el mismo desarrollo tardío del teatro, que en Australia fue inexistente hasta 1950.
La temática de la narrativa nicaragüense y la australiana es muy variada, sin embargo, de nuevo se puede apreciar una similitud entre ambas. En la narrativa nicaragüense se reflejan temas como el paisaje del país, la vida rural, el campesino, la historia, y la política. Por ejemplo, podemos ver como los cronistas de indias narraban las primeras instancias de los colonizadores en el país, y como Pablo Antonio Cuadra y Sergio Ramirez hablaban del campo y la historia política de Nicaragua, respectivamente. Similarmente la literatura australiana toca el tema de la vida rural y la vida cotidiana ya sea en el campo o la ciudad. Sin embargo, a diferencia de la narrativa nicaragüense, los australianos al hablar de la vida rural, describen el terror de vivir en el campo con los aborígenes. Por otro lado, similar a los cronistas de indias, varios australianos describen la inmigración de la cultura europea hacia el país. Igualmente, la narrativa australiana también fue marcada por el realismo mágico por el que pasó Salomón de la Selva en su vida literaria.
En conclusión, la narrativa nicaragüense y la australiana comparten más rasgos que cualquier persona podría imaginar. A pesar de tener algunas diferencias como el idioma y el desarrollo literario, ambas culturas reflejaron su combinación de herencia indígena y europea. Así mismo, reflejaron esta herencia en sus escritores y además tocaron temas muy parecidos como la vida rural y la vida cotidiana. Es ahora que se puede responder a la pregunta, ¿que tiene que ver Nicaragua con Australia? Y la respuesta es que nada, sin embargo, estando tan largo, sin verse, sin tocarse, ni sentirse, ambos países desarrollaron una literatura similar, rica en diferentes tradiciones, culturas e historia.
La rica herencia cultural que tienen tanto la literatura australiana como la nicaragüense se debe al origen y a las culturas primitivas de ambos países. La literatura de Nicaragua es rica y diversa en creatividad y herencia. Los escritores nicaragüenses han logrado crear tales pedazos brillantes de literatura, la cual se ha ganado la fama mundial. La narrativa del país latinoamericano surge con los cuentos que se desarrollaron en la época colonial como expresiones populares. Estos fueron transmitidos oralmente y fueron causa de la mentalidad mágica indígena y española. Similarmente, la narrativa australiana tuvo origen en los cuentos de los aborígenes australianos que se transmitían de forma oral. No fue hasta la primera inmigración de los británicos que la narrativa australiana hizo un giro hacia la narrativa escrita. Es por esto que la literatura australiana refleja una mezcla de varias culturas, influencias y viejas tradiciones. Es una combinación excelente de las tradiciones más antiguas y las nuevas tradiciones que han incorporado las culturas inmigrantes.
La narrativa nicaragüense y la australiana difieren en el desarrollo literario que ambas tuvieron y siguen desarrollando. Por un lado, la literatura nicaragüense desarrolló primero el cuento que la novela. Al principio de la vida literaria del país, se destacaron el cuento oral y las leyendas populares nicaragüenses, tal como El Tio Coyote y La Carreta Nagüa, respectivamente. Es hasta que nace Rubén Darío que la vida literaria del país latinoamericano comienza a dar un giro moderno. Por otro lado, la narrativa australiana no desarrolló ni el cuento ni la novela primero, sino la poesía. Henry Lawson, considerado el escritor más prominente del país sureño, se destacó en la poesía y la creación de las famosas baladas folklóricas que marcan la cultura australiana. A pesar de estas diferencias, ambas literaturas comparten el mismo desarrollo tardío del teatro, que en Australia fue inexistente hasta 1950.
La temática de la narrativa nicaragüense y la australiana es muy variada, sin embargo, de nuevo se puede apreciar una similitud entre ambas. En la narrativa nicaragüense se reflejan temas como el paisaje del país, la vida rural, el campesino, la historia, y la política. Por ejemplo, podemos ver como los cronistas de indias narraban las primeras instancias de los colonizadores en el país, y como Pablo Antonio Cuadra y Sergio Ramirez hablaban del campo y la historia política de Nicaragua, respectivamente. Similarmente la literatura australiana toca el tema de la vida rural y la vida cotidiana ya sea en el campo o la ciudad. Sin embargo, a diferencia de la narrativa nicaragüense, los australianos al hablar de la vida rural, describen el terror de vivir en el campo con los aborígenes. Por otro lado, similar a los cronistas de indias, varios australianos describen la inmigración de la cultura europea hacia el país. Igualmente, la narrativa australiana también fue marcada por el realismo mágico por el que pasó Salomón de la Selva en su vida literaria.
En conclusión, la narrativa nicaragüense y la australiana comparten más rasgos que cualquier persona podría imaginar. A pesar de tener algunas diferencias como el idioma y el desarrollo literario, ambas culturas reflejaron su combinación de herencia indígena y europea. Así mismo, reflejaron esta herencia en sus escritores y además tocaron temas muy parecidos como la vida rural y la vida cotidiana. Es ahora que se puede responder a la pregunta, ¿que tiene que ver Nicaragua con Australia? Y la respuesta es que nada, sin embargo, estando tan largo, sin verse, sin tocarse, ni sentirse, ambos países desarrollaron una literatura similar, rica en diferentes tradiciones, culturas e historia.